Un gato llamado Covid

Las cosas no son normales, Nuevo México, para ninguno de nosotros. Cuando me trasladé a la hermosa ciudad de Albuquerque la primera semana de marzo, mi función era (y sigue siendo) producir reportajes sobre la gente y los lugares de nuestro estado, mostrando parte de lo que lo convierte en un lugar tan maravilloso para vivir. El problema, claro, es que llegué a Albuquerque la primera semana de marzo y, días después, nuestro mundo cambió.

iba a estar fuera grabando vídeo, escribiendo artículos y entrevistando a gente -personalmente, una vez que haya pasado la pandemia, una de mis primeras paradas va a ser probar las fantásticas cervecerías artesanales de las que tanto he oído hablar-, ya que eso no es aconsejable actualmente. Como todos vosotros, mi vida se ha ralentizado un poco, y paso las mañanas tomando café al aire libre con un nuevo amigo al que he apodado Covid el Gato. Los primeros días me miró fijamente, evaluándome. El cuarto día se acercó trotando a saludar y desde entonces somos amigos. Tengo que admitir que tener un nuevo amigo que me salude cada mañana ha sido divertido, y si las cosas hubieran sido normales, probablemente nunca me habría fijado en él, y mucho menos me habría hecho amigo suyo. Mientras navegamos por esta nueva realidad, tómate un tiempo en tu mundo para ir más despacio, si puedes; nunca se sabe, puede que hagas un nuevo amigo. Aquí está el gato Covid. (Por lo que sé, el nombre le parece bastante divertido).