El artista y músico internacional Marceliano Peralta
«En Nuevo México puedes hacer cosas como ésta, trabajar un día en la granja de un amigo. Puedes ser creativo sobre cómo vives la vida, no necesitas el dinero que en otros lugares».
Un día del verano pasado, me encontraba por casualidad en el casco antiguo de Albuquerque y me detuve a escuchar a un músico.
Cuando terminó, nos pusimos a hablar y mantuvimos una charla amistosa. Dijimos que quedaríamos alguna vez, pero los dos estábamos ocupados con otras cosas y perdimos el contacto.
Tras reencontrarnos hace un par de semanas, quedamos en vernos en el Sawmill Market de Albuquerque. Nos sentamos, intercambiamos saludos y las siguientes palabras que pronunció despertaron mi interés:
«Me encanta Nuevo México. Después de vivir en distintas ciudades de distintos países, Albuquerque y Nuevo México son mis favoritas.»
Ecuador al mundo
Marceliano es ecuatoriano de nacimiento y se marchó a Europa en 2000. Es licenciado en ingeniería de sonido y tiene un máster en ingeniería audiovisual.
«Empecé a tocar música a los 15 años y luego trabajé como músico. A medida que me desarrollaba como artista, descubrí que me gustaba trabajar el cuero y otros materiales, y mi trabajo artesanal es ahora tan importante para mí como mi música.»
Ha vivido y trabajado en París, Ámsterdam, Madrid, y finalmente se trasladó a Albuquerque en 2013. Lleva aquí desde entonces.
Puede obtener más información sobre Marceliano en su página de Facebook
«De todas esas ciudades», pregunté, más curioso, «¿la que más te gusta es Albuquerque?».
«Sí», dijo con rotundidad. «Europa era genial. La gente apoyaba mi arte, pero puede ser un lugar caro para vivir», continuó, «y frío. En Europa hace frío», se rió. «Nuevo México no se parece a ningún otro sitio en el que haya estado. La gente aquí es amable, la comida es increíble…» aquí hizo una pausa, «…y la naturaleza. Nuevo México es hermoso más allá de las palabras. Me encanta estar aquí», y volvió a reírse. «¡El invierno también es mejor aquí!»
Artista y músico de Burque
Ya había escuchado la música de Marceliano, pero aún no había visto su arte. «Trabajo el cuero y otros materiales naturales», me dijo, y luego me enseñó su Instagram, kichwasarts. (Para su música, Marceliano tiene una página en Facebook, Kichwas Native Music)
«Otra de las grandes ventajas de Nuevo México es su apoyo al arte», me dijo Marceliano con una sonrisa. «Vivir en Albuquerque me sitúa en el centro; participo en exposiciones en Taos, Red River, Santa Fe y el mercado Railyard de Albuquerque».
Por si todo esto fuera poco, Maceliano también expone su obra en exposiciones en Arizona, Colorado y todo el Suroeste y el Oeste.
«Albuquerque es una ciudad pequeña, rápida de recorrer… es lo suficientemente grande sin serlo demasiado. Es realmente genial».
«La gente me dice todo el tiempo que le encanta mi arte, mi música y mis joyas», dice Marceliano. «A mucha gente le gusta visitar Nuevo México, ¡y a esa gente le gusta comprar arte!».
Marceliano dijo que el plan original era volver a Amsterdam después de algún tiempo aquí, pero el País de los Encanto ejerció sus encantos, y Marceliano dijo que está feliz de haberse quedado.
Más artesanía de Marceliano
«Tengo una gran calidad de vida. Han pasado más de ocho años y sigo aquí. Tengo amigos, una novia y una vida. Nuevo México es ahora mi hogar».
Fuera del trabajo, a Marceliano le gusta pasar tiempo con su novia y la hija de ésta. Le gusta el aire libre, las aguas termales, la montaña y… también trabajar para productos ecológicos.
«Tengo un amigo que tiene una granja y me gusta ir a ayudarle y trabajar allí dos días a la semana. A cambio, recibo productos frescos de su granja, y todos son ecológicos. Los alimentos que cultivan son increíbles, y es una forma divertida de conseguir los mejores productos ecológicos, frescos. Yo ayudé a cultivarlos». Se quedó pensativo y continuó. «En Nuevo México puedes hacer cosas como ésta, trabajar un día en la granja de un amigo. Puedes ser creativo sobre cómo vives la vida, no necesitas el dinero que en otros lugares».
Sonrió.
«Nuevo México es nuestro hogar».
