foto de Andrew Morrfew CC by 2.0 Juro que parecen más grandes en persona Con la nueva normalidad, me he encontrado sentado al aire libre bastante más de lo habitual. Tengo la suerte de contar con un gran jardín y un patio, y por las mañanas suelo estar tomando café para saludar al sol naciente. Es tranquilo, y algo que no podía hacer a menudo en el pasado cuando tenía que salir corriendo por la puerta cada mañana. Como puedes imaginar, no sólo me siento fuera por las mañanas, sino que salgo bastante. Gracias al jardín, puedo trabajar al aire libre y disfrutar de los animales que pasan por el patio para alimentarse de los bichos que intentan alimentarse de las plantas. Todo es muy verde y relajante. Una tarde, mientras estaba en el jardín disfrutando del agua, vi un destello, casi me salgo del pellejo y me encontré cara a cara con el ave estatal de Nuevo México, el Correcaminos.
«Ahora entiendo por qué Warner Bros. hizo del Correcaminos un personaje de dibujos animados. Los de verdad son histéricos».

El almuerzo está servido
Son grandes. Cuando camino hacia ellos, me miran como diciendo: «No me interesas, ni tu agenda, Sasquatch», hasta que me acerco, entonces dan uno o dos saltitos indignados y me echan sombra. (A menos que les apunte con una cámara. Entonces tienen sitios donde estar y me dejan.) Les gusta correr por mi tejado. Una mañana, a eso de las 4.30, me desperté con el repiqueteo de unos pies en el tejado. Medio dormido, pensé: «los niños deben estar corriendo arriba». En cuanto me di cuenta de que no tenía niños, ni un piso de arriba, se me abrieron los ojos de golpe y pensé: «algo con pies anda por mi tejado». (También les gusta deslizarse por los tejados metálicos, que es lo que tengo. Mi tejado, el parque de atracciones Roadrunner). Todd Duplantis, empresario y alcalde interino de Tucumcari, me contó esta historia: los correcaminos saben hacer un sonido que atrae a las serpientes de cascabel. Hacen este ruido, y la serpiente de cascabel viene a comprobarlo, y entonces el correcaminos se come a la serpiente de cascabel. A veces, los Correcaminos también trabajan en parejas. Continuó diciéndome: «Mis vecinos y yo siempre sabemos dónde intentan esconderse las serpientes. Es el patio donde están los correcaminos, cazando serpientes de cascabel. Al principio del verano, estaban en mi jardín. Ahora están en la calle. Y yo no tengo serpientes en mi jardín».

Hola, vecino