Nacido en Arkansas y criado en la pequeña ciudad de Cochise, Arizona, Adam no es ajeno a los grandes espacios abiertos y al trabajo duro. Como Jefe de Construcción de Pattern Energy en la parte de Arizona del proyecto SunZia, hoy ese trabajo abarca más de 800 km, pero está a menos de 20 minutos de su ciudad natal.
«Crecí en el condado», dice. «El pueblo más cercano estaba a 17 millas, y ése sólo tenía unos 3.000 habitantes. Teníamos una oficina de correos y una escuela K-8, y eso era todo».
Como jefe de construcción de transmisiones en Arizona, los días de Adam empiezan temprano y a menudo se alargan. «Me levanto, me conecto al ordenador desde la oficina de mi casa, compruebo lo que está ocurriendo ese día y participo en algunas reuniones matutinas», dice. Después, suele salir por la puerta y ponerse en camino para visitar a las cuadrillas, hablar con los inspectores y poner los ojos en la línea de transmisión. «No quiero ser sólo un nombre que la gente oye. Quiero ser una cara que reconozcan».
Y con 60.000 millas recorridas en su camión en 18 meses, su presencia es definitivamente conocida.
Un maratón a ritmo de sprint
«Este proyecto es la definición de grande», dice Adam. «Estamos hablando de 553 millas de línea de transmisión a través de dos estados. Y no sólo lo construimos, sino que lo hicimos rápido». Hace una pausa y añade con una sonrisa: «Fue un maratón, pero lo esprintamos».
Ya casi terminado en Arizona, el equipo está terminando en Nuevo México.
«Ha sido un verdadero esfuerzo de equipo», dice Adam. «Miles de artesanos, ingenieros, inspectores: hace falta un pueblo, y algo más».
Para Adam, supervisar la construcción significa asegurarse de que cada paso cumple no sólo las estrictas normas de Pattern, sino también las normativas medioambientales estatales y federales, los códigos de seguridad y las normas locales del condado. «Mi trabajo consiste en garantizar que nuestro trabajo sea seguro, que el impacto en el terreno sea el mínimo posible y que todo se construya para durar».
Vistas de gran impacto
Adam describe una parte especialmente inolvidable del proyecto: la construcción de torres de transmisión en zonas tan remotas que tuvieron que construirse totalmente en helicóptero. «No había acceso», dice. «Utilizamos desde 407 hasta Chinooks. Verlo todo junto: gente en tierra comunicándose con los pilotos, trabajadores en las torres guiando el equipo a su sitio… fue increíble».
Adam tiene décadas de experiencia, empezó como oficial de línea y ahora dirige construcciones a gran escala. Pero incluso a él le impresionó el alcance.
«Ya había trabajado con helicópteros, pero nunca así. ¿Usar un Chinook para colocar torres? Es algo que nunca olvidaré».
Construir su legado con el patrón
Para Adam, construir líneas de transmisión no es sólo un trabajo: es una pasión transmitida de generación en generación.
«Llevo haciendo esto desde que tenía 21 años», dice. «Me encanta lo que hago».
También piensa en el futuro. «Tengo una nieta que acaba de cumplir un año. Un día, cuando sea mayor y yo esté jubilado, podrá mirar este proyecto y decir: ‘Mi padre ayudó a construirlo'».
Ese sentido del legado, de hacer un trabajo importante y duradero, es parte de lo que le motiva. «SunZia va a ser el mayor proyecto de infraestructura de energía renovable de Estados Unidos. Es enorme. Y estoy orgulloso de formar parte de él».
Volver a casa
Tras años trabajando en California, Adam y su esposa volvieron a Arizona para estar más cerca de su hogar. Ahora viven en las afueras de Tucson, cerca de las colinas, el desierto y la comunidad que conocen y aman.
«Somos gente de aire libre», dice. «Cazamos, pescamos, nos escapamos a las Montañas Blancas en verano para escapar del calor. Arizona es preciosa, sobre todo cuando no hace 115 grados». Pregúntale a Adam qué es lo que más le gusta, y la respuesta surge fácilmente. «Estar en medio de la nada, en las colinas, ver la vida salvaje: ahí es donde me siento más a gusto».
Para Adam, no sólo ha sido gratificante volver al lugar donde creció: es parte de la razón por la que ama este trabajo. Además, se siente orgulloso de ayudar a impulsar la región a la que llama hogar.
«Este proyecto atraviesa tierras que conozco, comunidades que me importan. Eso significa algo para mí».